viernes, 23 de octubre de 2015

De Brochetas y Pre-Diabetes

"La salud sólo se valora cuando llega la enfermedad"
~ Thomas Fuller (1608 - 1661)


No tiene nada que ver pero el otro día finalmente tuve el valor de realizarme una prueba de tolerancia a la glucosa para determinar el estado de mi cuerpo en lo que se refiere a esa molesta substancia que tenemos que producir llamada insulina.

Digo "valor" porque soy alguien que casi se desmaya en su primera extracción de sangre y una prueba de glucosa implica no menos de cuatro de dichas extracciones, sin mencionar de dos horas de estar sentado en el laboratorio jugando con los pulgares*. Oh cielos.

*Tiempo que por supuesto utilizé para jugar con los pulgares y derrotar a Drácula en mi 3DS. Soy un ñoñazo certificado después de todo.

Después de la primera toma de sangre le dan uno a tomar un vaso con 75 mg de glucosa** para después repetir la toma a la media, una y dos horas de ingerida la glucosa. Los niveles indican qué tan capaz es tu cuerpo de generar la insulina necesaria para lidiar con dicha azúcar.

**Algo así como dos refrescos de lata. Es en serio, una Coca-Cola de 355 ml tiene como 38gr de azúcar.

Los resultados de dicho examen sumados a mi colesterol y triglicéridos ligeramente altos confirman un diagnóstico de "pre-diabetes". A los treinta y tantos años. Pues sí.

Para los no iniciados, la "pre-diabetes" es un término médico definido en el apartado R73.0 de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD por sus siglas en Inglés) en su décima edición que se refiere a niveles de glucosa en sangre por encima de los valores normales pero que no sean tan altos como para considerarse "diabetes mellitus". Los afortunados en tener niveles de glucosa en valores de prediabetes tenemos un elevado riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2 en el futuro así como de desarrollar complicaciones cardiovasculares.

No tengo sobre peso, llevo lo que yo considero una alimentación sana y desde ésta investigación trato de consumir no más de 50 gramos de azúcar añadida al día, sin embargo hay una fuerte predisposición por mi familia a padecer diabetes tipo 2. la genética carga la pistola y el ambiente jala el gatillo, ciertamente.

¿Qué hacer? Pues revisar la dieta: menos carbohidratos, menos grasas, menos azúcares y hacer ejercicio. Oh dioses... hacer ejercicio. Eso es algo que generalmente les sucede a los demás. La solución es simple, pero hacerlo depende solamente de mí. Odio cuando las cosas dependen sólo de mí, eso significa que si esto me aflige antes de tiempo es por mi maldita necedad y haraganería. Carajo.

Los invito pues, mis estimados, a que se dediquen un momento para hacerse exámenes. ¿Cómo anda su glucosa? ¿Qué tal su presión arterial? ¿Cómo va su hemoglobina? Uno nunca sabe, quizás tengan suerte como yo y atrapen una enfermedad crónica a tiempo.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage

2 comentarios:

  1. Hipócrates: "Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento".

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    1. Amén. Curiosamente esa iba a ser la cita con la que se abriría la entrada pero sentí más apropiada la del Sr. Fuller.

      !Gracias por tu comentario!

      Atte,
      El Kushiage

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